viernes, 26 de abril de 2013


Ya sabemos que los relojes de pulsera en los varones surgieron como respuesta a problemas básicamente militares: los soldados se ataban relojes en la muñeca para no tener que soltar el arma, los pilotos de aviones para no soltar los mandos. Lo mismo ocurría con los pilotos de carreras de bólidos, surgidas a principios del siglo pasado: necesitaban poder medir sus tiempos sin tener que meterse la mano en el bolsillo. Más aún, sin siquiera girar la muñeca.

En 1937, la compañía Gruen Watch lanzó el primer reloj Ristside, que se alojaba sobre el lateral de la muñeca. Su mejor promoción vino de la mano del famoso piloto Bernd Rosemeyer al volante de un Unión (la proto-Audi) tipo C. 

El nuevo Chrono Driver de Meccaniche Veloci recoje la tradición del driver's watch y lo integra en su ADN: múltiples esferas (en este caso sólo tres), gran legibilidad, negro rotundo con apuntes rojos. ¿A que dan ganas de probárselo?

0 comentarios:

Publicar un comentario