Cuando el Escape Constante era aún un prototipo de inmediato llamó la atención por sus nuevas formas nunca antes vistas en un escape, sin embargo no era sólo cuestión de entregar un nuevo mecanismo con nuevas formas sino responder a las exigencias cotidianas de la relojería mecánica: lograr la precisión necesaria, la precisión y regularidad necesaria para cualquier reloj de lujo.
Actualmente y de forma casi unánime todos los relojes de pulsera utilizan el escape de áncora suizo. Girard-Perregaux había notado el problema de este elemento que regula la energía que pasa del barrilete al mecanismo, pues era poco constante, al principio, mientras el barrilete estaba a su máxima capacidad su fiabilidad era alta, sin embargo mientras el barrilete se descarga va perdiendo la regularidad del paso del tiempo. El Escape Constante es la respuesta de esta Manufactura para responder a uno de los problemas arraigados en la Alta Relojería. Una vez resuelto el problema del viejo escape de áncora, el Centro Suizo de Electrónica y Microtécnica, ubicado en Neuchâtel, Suiza, ayudó a verificar y cerciorar la regularidad provista por el Escape Constante.
0 comentarios:
Publicar un comentario