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El reciente anuncio de que el emblemático CEO de TAG Heuer Jean-Christophe Babin será transferido al vapor de lujo de Bulgari a finales de Junio del 2013 sorprendió a los observadores, especialmente debido al apego de este hombre de dinamismo infatigable a los “valores” de la marca deportiva. Pero es su innegable éxito a la cabeza de TAG Heuer que lo destinaba para esta muy difícil (y no oficial) misión de llevar a Bulgari hasta el mismo nivel que Cartier.
Este será un reto considerable para el brazo de la relojería y joyería de LVMH, que pretende reforzar su presencia en el mercado de la joyería mundial, un sector que aún está dividido entre una multitud de actores locales, pero que mueve unos 100 mil millones de euros (frente al alrededor de 60 mil millones - a precios al por menor para relojería de lujo) y donde los márgenes son muy cómodos.
En el momento de escribir esto, todavía no se conoce el nombre del sucesor de Jean-Christophe Babin a la cabeza de TAG Heuer, pero él o ella llegarán a los controles justo cuando la marca está a punto de romper la simbólica barrera de los mil millones de francos suizos en ventas. La marca también ha reforzado considerablemente su integración industrial y la producción de su movimiento de fabricación propia (el Calibre 1887, un cronógrafo integrado de rueda de pilares cronógrafo con piñón oscilante), ha llegado a su plena capacidad y permite a TAG Heuer una mayor autonomía, lo que es bienvenido, dada la actual tensión extrema en el mercado de movimientos.
CARRERA CALIBRE 1887 JACK HEUER EDITION de TAG Heuer
Tomando su inspiración estética del Carrera Mikrogirder 10,000 (ganador de la Golden Hand en el 2012 Geneva Watchmaking Grand Prix), el Carrera Calibre 1887 Jack Heuer Edition, con su caja asimétrica de 45 mm y su corona y pulsadores en la parte superior, es el abanderado de la colección. El bisel de acero y carburo de titanio negro, cepillado y pulido a mano, la caja de titanio y acero pulida, el taquímetro y el pulsómetro en la esfera todos recuerdan el diseño original del Carrera y los primeros cronómetros deportivos de Heuer.
El más clásico Carrera Calibre 1887 Chronograph tiene un bisel de cerámica de 43 mm de diámetro. Su caja de acero cepillado y pulido y el brazalete de acero con audaces enlaces en forma de H le dan un aspecto más vintage.
El 43mm Carrera Racing 1997 Chronograph, por otro lado, es muy deportivo. Tiene una caja de titanio cepillado negro, bisel de cerámica con escala taquimétrica, ventana de fecha, numerales en oro negro aplicados a mano - inspirados en las esferas del salpicadero de un coche. Un cierre negro desplegable ha sido rediseñado para dar cabida a la correa de alta tecnología en piel de cocodrilo negro que es suave al tacto y está pespunteada con hilo rojo.
En el tamaño máspequeño de 41 mm está el elegante Carrera Calibre 1887 Chronograph, que tiene una esfera azul y viene con una correa de cuero o un brazalete de acero abovedado o el aspecto tradicional del Carrera Calibre 1887 Heritage Chronograph, con números arábigos estilizados, agujas azuladas y una esfera guilloché.
CARRERA CALIBRE 1887 CERAMIC BEZEL de TAG Heuer
CARRERA CALIBRE 1887 HERITAGE de TAG Heuer
Una ofensiva apropiada que está bien pensada y que debería atraer a un público más amplio y, al mismo tiempo que anuncia el primer calibre cronógrafo producido enteramente en casa por TAG Heuer. Hay que señalar que los precios promedio de la marca se ha incrementado considerablemente en los últimos cinco años, pasando de los 2.500 CHF a los 3.500 CHF. Esto sin tener en cuenta unas 350 piezas de alta calidad y de alta tecnología producidas cada año (V4, Mikrogirder etc ..) por el departamento de Guy Semon, guru de I+D de TAG Heuer.
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