lunes, 6 de mayo de 2013


El DeWitt Twenty-8-Eight Tourbillon viene en dos nuevas versiones bronze y glacier
Equipado con el calibre DW8028 incorpora el primer movimiento tourbillon totalmente desarrollado y producido en la Manufactura, su construcción más bien clásica se basa en la probada eficacia de parámetros técnicos ancestrales: 18000 SPV y las 72 horas de reserva de marcha. El movimiento tiene un escape de áncora Suizo, con un volante de inercia variable y una sobre bobinada espiral del volante Breguet secuenciada a 2,5 Hz. El volante, rueda de escape y paletas son de oro amarillo de 18 quilates.

Sus elegantes obras estéticas están en contraste con una atrevida combinación de materiales nobles con estilo innovador: caja de oro rosa o blanco de 18 quilates, y titanio con un recubrimiento en bronce o glaciar en PVD coloreado.

El DeWitt Twenty-8-Eight Tourbillon viene en dos nuevas versiones bronze y glacier
Las nuevas esferas del Twenty-8-Eight Tourbillon tienen un diseño de dos partes. En la parte superior, los dos apliques verticales están inspirados en una construcción Art Deco muy masculina e imponente con un toque futurista. La parte inferior de la esfera se abre a un hermoso círculo grande perlado que enmarca el corazón del movimiento que muestra el latido visible del tourbillon.

En las dos nuevas versiones de bronce y glaciar, la corona, hebilla y los tornillos de fijación de las cajas son de oro de 18 quilates.

El Twenty-8-Eight Tourbillon hace honor perfectamente a los estándares muy altos de acabado adoptados por la Manufactura DeWitt. Completamente realizado a mano, el trabajo de acabado es de una calidad excepcional y se puede observar a través de la parte trasera de cristal de zafiro de la caja. El barrilete y los puentes jaula del tourbillon están cuidadosamente biselados y decorados con “Côtes de Genève”.

Una pequeña placa con la firma del maestro relojero se encuentra en la parte trasera del reloj, en el puente del barrilete, un símbolo de la pasión y el extremo cuidado puesto por l Manufactura en cada pieza de relojería. Así se forja un vínculo directo entre el cliente y el maestro relojero. En efecto, para garantizar la perfecta calidad del producto final, DeWitt lo convierte en un punto de honor en el que cada reloj es montado, ajustado y probado por un solo maestro relojero de principio a fin.

Los dos nuevos modelos de Twenty-8-Eight Tourbillon se producen en ediciones limitadas de 99 piezas cada uno.

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